"Ten cada día por una vida". Séneca.
En una línea:
La filosofía romana ha seguido las necesidades sociales de cada momento: Los epicúreos, evitar el miedo y el dolor: la felicidad es cuestión de predisposición. Los estoicos, ética para el hombre de la calle: tranquilidad de ánimo, no preocuparnos por lo que no depende de nosotros. Los escépticos, sin coherencia pero literariamente brillantes, uniendo retórica y filosofía.
Internet:
Wikipedia (Esp), Resumen, Casa Del Libro.
Más:
Los estoicos fundan el temperamento firme a partir de un conocimiento sólido. En este momento tendemos a obsesionarnos por lo primero ignorando lo último.
Del "Conócete a ti mismo" a "Anticiparse a las necesidades de los demás", llegamos a la práctica de la virtud: el hábito. En la actualidad educamos en valores pero no en virtudes, lo cual sólo conduce a la frustración.